Estados Unidos sigue obteniendo la mayor parte de su energía encendiendo millones de pequeños fuegos por todas partes. Coches, camiones, casas y fábricas queman combustibles fósiles en innumerables motores, hornos y calderas, creando una contaminación que calienta el planeta. Para hacer frente al cambio climático, esas máquinas tendrán que dejar de contaminar. Y la mejor manera de hacerlo, según los expertos, es sustituirlas por versiones eléctricas: coches, sistemas de calefacción y fábricas que funcionen con fuentes limpias de electricidad como la eólica, la solar o la nuclear.
Pero electrificar casi todo es una tarea formidable.
Para electrificar la industria, quizá el mayor obstáculo sea la falta de incentivos. Existen desgravaciones fiscales para los coches eléctricos y las bombas de calor domésticas, pero se ha ignorado en gran medida al sector industrial, cuyo consumo energético se prevé que siga creciendo. Cómo la electrificación se convirtió en una importante herramienta para luchar contra el cambio climático.
Transformar la economía para que más cosas funcionen con electricidad limpia es una de las piedras angulares del plan del Presidente Biden para reducir las emisiones casi a cero en 2050.
El New York Times utilizó datos de Evolved Energy Research, una empresa de modelización energética, para visualizar cómo sería el consumo de energía del país en 2050 si Estados Unidos fuera capaz de cumplir los objetivos del presidente en materia de cambio climático, utilizando la tecnología disponible en la actualidad o en el horizonte, y minimizando los costes.
Lea el artículo completo aquí.

